El conejo es una de las carnes menos utilizadas en nuestra dieta. Sin embargo, la carne de conejo es muy valorada por sus propiedades nutricionales y dietéticas. Es una carne magra, con un bajo contenido de grasa y con menor contenido en ácidos grasos saturados y colesterol que otras carnes. Por su composición nutritiva, la carne de conejo está recomendada en caso de seguir dietas bajas en colesterol y en caso de trastornos cardiovasculares.
El conejo al ajillo es uno de los platos que nos gustan comer en familia. Cada uno se va sirviendo según sus preferencias, pero al final siempre queda la cazuela bien rebañada.
El punto que lo hace diferente, es la utilización del tomillo andaluz para mí el mejor de todos; da un gusto increíble.
Ingredientes:
• 2 conejos cortados a trocitos (si nos gustan también los hígados, riñones y cabezas)
• dientes de ajo en abundancia (12-14)
• 1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra
• 1 vaso de vino blanco
• hojas de laurel (6-8)
• unas ramitas de tomillo andaluz
• sal
• pimienta negra molida
Elaboración:
Limpiamos y cortamos en trocitos el conejo. Salpimentar.
En una cazuela amplia con abundante aceite de oliva vamos friendo el conejo todo a la vez.
Cuando empiece a dorarse incorporamos el ajo (en dientes sin pelar y si son muy grandes partidos por la mitad) y a continuación el vino blanco.
Una vez que los ajos empiecen a ablandarse añadimos el tomillo, las hojas de laurel y rectificamos de sal.
Si vemos que se nos queda seco durante la cocción podemos añadir un poco de agua.
El plato esta hecho cuando el conejo esta dorado, crujiente y los ajos caramelizados sin quemarse.
Preparamos unas buenas barras de pan de pueblo y a mojar. El aceitito con los ajitos están "de rechupete".
Buen provecho.
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